El paso de los años y el conocimiento de la problemática consolidaron nuestra propuesta, que se volvió más compleja y que fue generando un modo de hacer y de pensar distintas actividades junto a niños, niñas y sus familias con la meta de lograr la restitución de derechos vulnerados y la promoción de condiciones de dignidad y felicidad para cada niño, niña y su familia.

Sindicatos de todo el mundo se reúnen a partir de hoy en India para tratar de combatir el trabajo infantil

Se inaugura hoy (21.o2.08) en Nueva Delhi una conferencia internacional que, a lo largo de dos días, abordará la problemática del trabajo infantil en el mundo, un encuentro organizado por el sindicato Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) y que cuenta con el apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que representa a 168 millones de trabajadores de 155 países.El evento también tratará cuestiones como el papel de los sindicatos en la erradicación del trabajo infantil o la elaboración de estrategias destinadas a garantizar que los menores tengan acceso a una educación de calidad.Asimismo, el encuentro contará con la presencia de numerosas personalidades políticas, sindicales y sociales, tanto de India como de otros países asiáticos, así como representantes del movimiento sindical regional e internacional.Con motivo de esta conferencia, el secretario general de la CSI, Guy Ryder, señaló que 'hay decenas de millones de chicos que trabajan en lugar de ir a la escuela'. 'Los gobiernos deben demostrar su voluntad política para invertir en educación de calidad para todos los niños y velar para que haya leyes enérgicas contra el trabajo infantil y que éstas se apliquen debidamente', añadió.El trabajo infantil es una de las principales lacras de los países en desarrollo. Sólo en África y Asia, más del 90 por ciento de los menores trabajan. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen cerca de 246 millones niños explotados laboralmente en todo el mundo.

Gobierno propone subsidiar a los papás que no hagan trabajar a sus niños

La iniciativa busca que los padres devuelvan a sus hijos al colegio y que se reduzca el número de menores trabajadores que hoy es de 2'020.317. Expertos fueron escépticos frente a la medida.
El ministro de la Protección Social, Diego Palacio, no hizo claridad sobre cómo funcionaría la entrega del dinero. Sin embargo, el Gobierno también planteó la ampliación de la cobertura escolar y en salud, al igual que cerrar las minas donde trabajan menores. Isabel Cuadros, directora de la Fundación Afecto, piensa que habría que revisar con detenimiento la medida para determinar si cumple o no el impacto planteado, pues podría estimular a los padres para que exploten aún más a sus hijos con el fin de conseguir nuevos ingresos.La abogada Beatriz Linares, consultora en temas de infancia, piensa que los subsidios podrían funcionar siempre y cuando se garantice su sostenibilidad a largo plazo. Para Olga Isaza, consultora en temas de infancia y quien coordinó a finales de la década de los 90 un programa de erradicación del trabajo infantil con la Organización Mundial del Trabajo (OIT), esta iniciativa ya se implementó en otros países de Latinoamérica con buenos resultados.Sin embargo, dice Isaza, es necesario hacer un estricto acompañamiento para determinar que el niño reciba un buen sistema de educación, teniendo en cuenta que los menores trabajadores tienen edades superiores a las de un niño común y corriente en cualquier escuela. La estrategia pretende reducir, en un plazo de siete años, todas las formas de trabajo en la que se ven involucrados los niños. Actualmente, según la nueva Ley de Infancia, los menores solo pueden trabajar a partir de los 15 años.

Bogotá: Nuevo Plan para Erradicar las Peores Formas

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) anunció el cierre de minas donde se compruebe la explotación laboral de niños, niñas y adolescentes, como una medida que busca la erradicación de las peores formas de trabajo en Colombia.
Así lo anunció este jueves la directora General del Icbf, Elvira Forero Hernández, durante la presentación de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación de las Peores Formas de Trabajo 2008-2015.
La funcionaria señaló que “todas las entidades del orden nacional están a disposición de esta alianza y se necesita que las autoridades locales desarrollen acciones como el cierre de las minas cuando estas operen de forma ilegal. No podemos esperar que muera ningún niño más en la oscuridad de los socavones”.
Según el Icbf, esta población de menores de edad presenta deserción escolar y asumen formas de vida adulta como la conformación de familias a temprana edad.
Esta conclusión es extractada de la caracterización que la entidad hizo con 1.200 niños, niñas y adolescentes entre los 8 y 17 años, que ejercen actividades laborales o están propensos a ellas en los municipios carboníferos del oriente del departamento de Boyacá.
Los menores registrados en el diagnóstico fueron incluidos en los programas de Clubes Juveniles del ICBF y en asocio con la Gobernación de Boyacá reciben apoyo sicosocial e inclusión en actividades culturales y recreativas durante su tiempo libre.
Adicionalmente se incluyeron en programas como Hogares Gestor y Tutor y de Seguridad Alimentaría de Acción Social, que incluye a las familias de los menores.

Ecuador: 497 niños trabajan en los basurales

La mujer de piel morena, de baja estatura y contextura gruesa hurga una y otra vez entre los desechos para clasificar el plástico, vidrio, cartón y metales en el basural de Quevedo (Los Ríos). Es así como Isabel B. con sus tres hijos, una niña de 13 y dos varones de 10 y 7 años, aseguran el sustento diario.Esta humilde familia es una de las tantas que viven en el botadero de basura. Allí ordena los desechos en largas y sacrificadas jornadas de 06:00 a 18:00. Después, los vende a los recicladores. Esta realidad se repite en 11 basurales de Los Ríos, Manabí y El Oro, en donde se armó una campaña para rescatar a más de 300 niños y niñas trabajadores.La iniciativa fue lanzada ayer en Portoviejo, Manabí, por el Ministerio de Trabajo, el Innfa, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), el Conepti, el Centro de Desarrollo y Autogestión (DyA), Unicef y el Programa de Erradicación de Trabajo Infantil Proniño.El plan cuenta con un presupuesto de USD 170 000 y consistirá en capacitar y concienciar a los infantes para luego reinsertarlos al sistema escolar. Isabel -que está separada de su marido- espera que la campaña le ayude porque su situación es crítica. “El Innfa me ha pedido que no traiga a mis hijos al basurero, pero yo no puedo dejarlos solos en casa, porque no tengo quién los cuide”. La madre prepara el desayuno y el almuerzo en el basural. Allí, junto a los desechos putrefactos y asediados por millares de moscas y olores fétidos, ella y sus hijos comen sopa y arroz con sardina.Cuando se le pregunta si sus pequeños se enferman, la mujer sonríe y responde “¡no!”. Su hijo de 10 años interrumpe y comenta en broma: “Afuera (del basural) me enfermo, aquí me curo”. Su hermano menor, que camina descalzo y sin camisa, se suma a la conversación y añade en tono jocoso. “Yo no me enfermo porque los gallinazos son mis amigos”. Su hermana de 13 años sonríe.El ambiente en el botadero de Quevedo es deplorable. El hedor de los desechos orgánicos en descomposición es penetrante. A veces se asemeja a excremento, a mortecina, a marisco podrido… Por doquiera que se pisa hay basura maloliente. En varias partes existen lagunas de agua putrefacta producto de la lluvia y del fluido de la descomposición. Los gallinazos se pelean por los desperdicios y se juntan con niños, niñas y adultos cuando hurgan en los desechos.En ese entorno trabajan y juegan los hijos de Isabel sin ninguna protección. Pero no son los únicos, comenta ella. “Hay días que llegan más de 50 niños, niñas y adolescentes a trabajar con sus padres en la chamba. Otros llegan por cuenta propia a ganarse algo”.El año pasado, el Instituto de la Niñez y la Familia registró a 90 niños y niñas pobres que trabajan en el basural de la capital de Los Ríos. Rosa Checa, coordinadora del Innfa en el norte de la provincia, asegura que incluso existen familias que viven en el basural.
Los indicadoresEn el 2002, la OIT detectó 497 niños recicladores de basura en 13 ciudades del país. De esta cifra, el 67% era niños y el 33% niñas. El 67% trabajaba en los botaderos con sus padres y madres; el 33% restante, por cuenta propia. El plan de erradicación del trabajo busca separar a los niños de los basurales, con servicios de salud, apoyo pedagógico, recreación y educación. Además, se ofrecerán capacitaciones técnicas para que las familias mejoren sus ingresos, a través de actividades complementarias.