Conferencia mundial sobre trabajo infantil, La Haya 2010:
Apuntes desde el Tercer Sector.
Elena Durón Miranda
Con el lema Hacia un mundo sin trabajo infantil. Pasos hacia el 2016, se celebró en la ciudad de La Haya un encuentro convocado por el Ministerio de Asuntos Sociales y Empleo de los Países Bajos en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo. A esta reunión estuvieron convocados representantes de gobiernos con alto poder de decisión, representantes de trabajadores, empleadores, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil. Es a partir de mi visión como miembro de la sociedad civil que comparto con ustedes la experiencia vivida en el encuentro.
Este año se conmemoran 10 años de la entrada en vigor del Convenio Nº 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil (PFTI). En esa ocasión, se fijo el año 2016 como meta de eliminación global de estas modalidades de trabajo. Considerando que no falta mucho tiempo para esta fecha y tomando en cuenta las acciones realizadas por el conjunto de la sociedad ante esta problemática, uno de los objetivos prioritarios del encuentro fue generar una Hoja de Ruta 2016, documento que describe los compromisos y pasos concretos necesarios para lograr la eliminación de las PFTI en el plazo estipulado.
El documento base de la Hoja de Ruta fue preparado por un Grupo Consultivo constituido por representantes de gobiernos, empleados, empleadores y sociedad civil a fines del año 2009. En las semanas previas al encuentro, los demás participantes tuvimos el acceso y la posibilidad de hacer comentarios y aportes a este documento. Los representantes de la sociedad civil ante el grupo consultivo fueron la Marcha Global contra el Trabajo Infantil y Anti-Esclavitud Internacional (Global March Against Child Labour, Anti-Slavery International).
A partir del 9 de mayo comenzamos con las reuniones sectoriales de análisis de la Hoja de Ruta, el objetivo de estos encuentros era la puesta en común de los puntos no negociables por parte de las ONGs, que posteriormente Nick Grisewood-Global March y Aidan McQuade-Anti-Slavery acordaban ante el grupo consultivo, que trabajaba en paralelo a la Conferencia, ya que se tenía que llegar al final de la misma con un documento consensuado.
Enumero brevemente cuáles resultaron ser los no-negociables del grupo de ONG:
1. La necesidad de que hubiera el documento una referencia explicita a la CDN y sus protocolos adicionales.
2. La necesidad de que la voz de los niños esté presente cuando se elaboran estos documentos que los atañen absolutamente.
3. La inclusión explícita de un enfoque de género, protección especial a las niñas.
4. La importancia de la lucha contra las PFTI en un marco global de lucha contra todas las formas de trabajo infantil.
5. La necesidad de generar acceso universal y gratuito a la educación de calidad como una herramienta estratégica de lucha contra el trabajo infantil. Explicitando también la necesidad de destinar financiamiento específico por parte de los gobiernos y otros actores.
6. La lucha y la importancia de la generación de trabajo decente para los adultos como parte de las estrategias de disminución de trabajo infantil.
7. La necesidad de examinar las cadenas valor en el mercado global.
8. La necesidad de revisar el papel de las empresas en esta problemática (por ejemplo el concepto de Responsabilidad Social Empresaria).
9. La necesidad de incrementar significativamente los recursos destinados a la lucha contra este flagelo a través de mecanismos de financiación específicos.
Fui la única representante de América Latina que asistió a las discusiones sectoriales, donde estaban presentes organizaciones de África, Asia y Europa, también era la única persona que pertenecía a una organización trabajando en campo, las demás eran fundaciones donantes, representantes de campañas internacionales o movimientos globales. Creo que se generó un intercambio interesante que permitía un cierto equilibrio entre lo global y lo local.
Prácticamente todos los puntos que discutimos en la sectorial, fueron incluidos en la versión final del documento, en cual aparecen remarcadas además, algunas de las acciones prioritarias que competen a las organizaciones de la sociedad civil:
Generar el apoyo de la sociedad para la abolición efectiva del trabajo infantil, contribuyendo a la comprensión de la magnitud e impacto de mismo, demostrando a los gobiernos proyectos susceptibles de escala y replica, demandando a los gobiernos la implementación de la educación para todos y la implementación de políticas efectivas en contra del trabajo infantil, especialmente sus peores formas;
Hacer un llamamiento a los gobiernos a respetar los derechos de los niños y asegurarse de que se ofrecen a los chicos en situación de vulnerabilidad los servicios apropiados que los protejan del trabajo infantil en especial las peores formas, asistirlos cuando han sido retirados del trabajo infantil;
Contribuir a monitorear la incidencia del trabajo infantil y sus consecuencias, inclusive a través de investigaciones y construcción de capacidades;
Comprometer a los chicos y sus familias de una manera participativa e inclusiva de manera que los políticos consideren sus puntos de vista
En lo que atañe a nuestras prácticas, las experiencias que llevamos a cabo junto a los niños y niñas que trabajan constituye la demostración fehaciente de que es viable la erradicación y prevención del trabajo infantil, incluso cuando se parte de una valoración crítica del mismo, sabemos que es posible la mejora de la calidad de vida de niñas y niños trabajadores. Estamos generando permanentemente buenas prácticas que los gobiernos pueden utilizar.
Por otro lado, si bien el Estado es el garante primordial del cumplimiento de los derechos, tenemos una gran responsabilidad en lo que respecta a arbitrar los medios necesarios para que niños y niñas ejerzan su derecho a la participación. Es indispensable generar participación protagónica genuina en el colectivo de niñas y niños trabajadores con los que interactuamos. La Hoja de Ruta no tuvo la voz directa de niños y niñas trabajadores, se generó en parte a la interpretación que los adultos tenemos de esta problemática, lo cual fue un punto ampliamente remarcado tanto en las reuniones sectoriales, como en la plenaria donde se recogían las opiniones de todos.
La Hoja de Ruta 2016 es una declaración que podría parecernos lejana, sin embargo creo firmemente que es nuestro trabajo en lo local, en campo, en lo “chiquito” lo que nos da la fuerza a nivel global, es lo que permite que estos documentos no se conviertan en “letra muerta”. Nuestro trabajo con niños y niñas que se han incorporado al mundo laboral de manera prematura tiene que trascender intereses, políticas, enfoques, incluso las mismas declaraciones. La Hoja de Ruta nos la marcan ellas y ellos, las niñas y niños con quienes trabajamos, por eso los invito a que hagamos que tenga sentido para todos nosotros.
Un fuerte abrazo compañer@s,
Elena Durón Miranda
La Haya, mayo 2010
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