México DF, 1 nov 07 (CIMAC).- En las zonas donde se encuentran asentamientos de minas de pequeña escala, en las que generalmente laboran familias completas, las niñas no sólo se enfrentan a los peligros que implica laborar dentro de una mina sino que además ven mermada su calidad de vida.
De acuerdo con el estudio Niñas en la minería: estudio en Ghana, Níger, Perú y la República Unida de Tanzania, realizado entre abril y diciembre de 2006 por el Programa para la Eliminación del Trabajo Infantil, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las formas de remuneración que reciben las niñas por el casi siempre peligroso trabajo que realizan varía según el rango de ocupación y la zona minera.
Los estudios realizados en las minas de diamante y oro en Ghana señalan que el pago recibido por las niñas que ahí laboran es otorgado por el propietario de la mina o de la tierra, los compradores del producto de diamante o de oro, o los trabajadores adultos.
El acuerdo de pago general por el descubrimiento de minerales esta dividido de la siguiente manera: el 50 por ciento del pago es para la mina o el propietario de las tierras, el 40 por ciento para el minero (siempre hombre) que excavó el mineral y el 10 por ciento es compartido entre quienes cargan los minerales y mantienen limpio el sitio.
Sin embargo, menos de una tercera parte de las niñas que laboran en las minas se les paga por día, al 30 por ciento una vez a la semana, el 15 por ciento una vez al mes y una pequeña proporción se les paga sobre una base contractual.
Y las niñas que trabajan en la intermediación de venta de las piedras preciosas suele ser remuneradas por el comprador a la entrega. Y la cantidad que reciban dependerá del peso o volumen del producto. Si no entregan minerales no hay pago.
En Perú, las formas de pago difieren de acuerdo a la tarea que realizan, explica el estudio. Las niñas que ayudan a sus padres en la excavación generalmente no reciben una remuneración pues su trabajo es considerado como parte de sus funciones del hogar.
Las niñas que trabajan dentro de los centros de procesamiento (fusión y trituración de piedras) suelen recibir su pago íntegro por el trabajo que realizan y no son objeto de discriminación sexual. Sin embargo, usualmente hay una distinción, de acuerdo a la edad de la trabajadora: las niñas menores de 9 años generalmente no reciben un “salario” pero recibirán de sus padres un “bono” de compensación por su contribución.
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