"…cualquier representación, por cualquier medio, de un niño (a) involucrado en actividades sexuales explícitas reales o simuladas o cualquier representación de las partes sexuales de un niño (a) para propósitos sexuales principalmente." (Fuente Consultada: Protocolo Facultativo a la Convención de los Derechos del Niño). Esto puede incluir fotografías, negativos, diapositivas, revistas, libros, dibujos, películas, cintas de video y discos de computadora o archivos. Generalmente, existen dos categorías de pornografía: blanda, que no es sexualmente explícita pero involucra imágenes desnudas y seductoras de niños y niñas, y la de dura que tiene relación con imágenes de niños y niñas involucrados en actividades sexuales. La utilización de niños y niñas en la producción de pornografía es explotación sexual.
Las nuevas tecnologías han cambiado la naturaleza de la pornografía. Las cámaras digitales y los aparatos de video han hecho más fácil y barata la producción de videos, y existe menos riesgo de detección ya que no se requiere de un tercer partido para desarrollar las imágenes como en la fotografía convencional. Se mejora la reproducción: las imágenes digitalizadas no se envejecen o pierden su calidad a través de las copias. La distribución de imágenes pornográficas se ha vuelto más fácil, barata y rápida por medio de la Internet. Ya que la Internet pasa por encima de fronteras y leyes nacionales, la detección y procesamiento se vuelve cada vez más difícil.
La evolución de la 'pseudo-pornografía' suscita un conjunto de preguntas y asuntos totalmente nuevos.
¿Qué edad tiene un niño virtual; puede haber un crimen sin una víctima real? ; ¿dónde tiene lugar un acto criminal – dónde se produce la imagen, dónde es presentada la imagen, o dónde es vista?
Muchas leyes de pornografía tienen que ver solamente con niños reales y representaciones de sucesos que realmente ocurrieron. Por ello, los acusados, pueden aducir que una imagen creada por medio de "morphing" no es real y por lo tanto no es ilegal. La pornografía infantil, sin embargo, no trata únicamente sobre fotografías de niños y niñas desnudos. Existe un vínculo claro entre pornografía de niños y niñas - reales o no- y abuso sexual en el mundo real.
La utilización más obvia de la pornografía infantil es asistir en la excitación y gratificación sexual. Sin embargo, también es utilizada para:
- Validar el propio comportamiento como 'normal';
- Seducir a niños y niñas y reducir sus inhibiciones;
- Chantajear a un niño (a);
- Preservar la juventud de un niño (a) en una imagen a la edad en que se prefiere;
- Establecer la confianza entre pedófilos;
- Obtener entrada a "clubes" privados;
- Producir para lucrarse comercialmente.
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