El paso de los años y el conocimiento de la problemática consolidaron nuestra propuesta, que se volvió más compleja y que fue generando un modo de hacer y de pensar distintas actividades junto a niños, niñas y sus familias con la meta de lograr la restitución de derechos vulnerados y la promoción de condiciones de dignidad y felicidad para cada niño, niña y su familia.

Estados Unidos discute la legalidad de castigos físicos en las escuelas




"Los castigos corporales serían la mejor forma de hacer que el sistema funcione". Esta polémica declaración la dio recientemente Kenneth Whalum Jr., comisionado de la junta de las Escuelas en la Ciudad de Memphis, Tennessee.
Las "nalgadas" son legales en 20 entidades de Estados Unidos, según un informe reciente publicado por la Unión de Libertades Civiles de ese país (ACLU) y la organización Human Rights Watch.
Sin embargo, una congresista de Estados Unidos encabeza una lucha por mejorar la educación pública y terminar los castigos físicos en las escuelas.
"Si no lo permitimos en prisiones o instituciones psiquiátricas, es hora de detenerlo en las escuelas", dijo la republicana Carolyn McCarthy, congresista por el estado de Nueva York, quien recientemente presentó una propuesta de ley al Congreso de Estados Unidos para que terminen los castigos corporales en las escuelas de Estados Unidos.
Ella dice que los castigos corporales son un problema de seguridad en las escuelas, ya que, asegura, pueden provocar que los alumnos se vuelvan violentos.
La Ley para Terminar con los Castigos Corporales en las Escuelas prohibiría cualquier forma de disciplina física en los alumnos de escuelas públicas y privadas que reciben financiamiento federal.
La ley también promueve que las escuelas con problemas de disciplina empleen otros métodos para cambiar el comportamiento de los estudiantes.
Sin embargo, otras autoridades escolares creen que las escuelas necesitan castigos corporales para controlar a los alumnos. "La educación pública está en crisis porque el sistema de disciplina actual está implementado de forma ineficiente", opina Whalum Jr.
Es una forma de disciplina que "causa dolor inmediato, y en algunos casos deja traumas y lesiones mentales", citó el informe de ACLU. Texas, Mississippi, Alabama, Arkansas, Georgia y Tennessee son los seis estados que más lo emplean.
En 1977, la Suprema Corte dictó que los castigos corporales en los colegios no son crueles ni inusuales. La información más reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la Secretaría de Educación de Estados Unidos indica que 223,190 niños en todo el país fueron golpeados al menos una vez en el ciclo escolar 2006-2007, incluyendo el caso de 41,972 niños con discapacidad.
Los estudiantes provenientes de minorías son los más propensos a ser golpeados, por lo que se pone en duda la justicia de este método.  "Algunos creen que los niños son muy jóvenes para entender y que los golpes arreglan los problemas de comportamiento, pero las cicatrices emocionales son profundas", dijo.
Las nalgadas y otros castigos corporales "crean un ambiente violento y degradante en la escuela, donde todos los estudiantes tendrán problemas para ser exitosos", señala el informe de la ACLU.
Con este castigo, los estudiantes tendrán más posibilidades de volverse antisociales o violentos, y esto es importante sobre todo para las minorías, a las que se les dificulta más encajar en ciertas situaciones sociales, dijo McCarthy, y agregó que no quiere otro Columbine (en referencia a la matanza de estudiantes en esa universidad).

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