El presidente José Mujica y el principal dirigente de la oposición, Luis Alberto Lacalle, coinciden en que deben flexibilizarse las restricciones al trabajo de los menores. La normativa y el INAU marcan lo contrario.
En el Consejo de Ministros del lunes 2, el presidente José Mujica volvió sobre un tema al que se refirió en reiteradas ocasiones en la campaña electoral: el trabajo de los menores de 18 años y su posición favorable a que sea más laxa la normativa
Dicha legislación impide el trabajo a los menores de 15 años y la habilita para los mayores de esa edad y menores de 18 años para ciertas actividades y horarios, a fin de que no incida en sus estudios.
El mandatario ha expresado que las normas son demasiado restrictivas para los dos grupos etarios, que los niños desde los 10 o 12 años deberían poder trabajar con sus padres, y que el trabajo es una muy buena salida para los mayores de 15 años que abandonaron sus estudios.
En 2009, Mujica anunció su pretensión de cambiar la normativa sobre al trabajo de los menores. "A los niños hay que protegerlos, la manera que hay de hacerlo es educando. Que aprendan a tener responsabilidad, tener la garantía de que tiene sus pesitos, que se los ganó él, que los gasta con su discernimiento, eso es más digno a que tenga que salir a mangar por ahí", declaró Mujica en una ocasión.
En el Consejo de Ministros hubo posiciones diferentes sobre este tema y se acordó que el ministro de Educación, Ricardo Ehrich, quede a cargo de un informe que realizará el gabinete social, como base para analizar futuras medidas.
absurda. El presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, es desde tiempo atrás crítico respecto a la normativa sobre trabajo infantil. "La legislación actual es tan absurda que en el campo no deja trabajar a caballo a los muchachos, pero andan desde los cinco años para ir a la escuela. Hay que legislar de acuerdo a la realidad", afirmó a El País el líder del Herrerismo.
Lacalle y su hijo, el diputado Luis Lacalle Pou, trabajan en un proyecto de ley sobre este tema. "La primera vez que uno cobra un sueldo, tiene la sensación de haber ingresado en otro nivel de dignidad, de autonomía. En vez de estar mal entretenidos, muchos querrán trabajar y se darán cuenta que por ahí está el camino", expresó.
Jorge Ferrando, integrante del Directorio del Instituto del Niño y el Adolescente (INAU) dijo que "el margen de modificaciones es reducido" en cuanto a flexibilizar las normas sobre trabajo infantil, debido a los convenios internacionales firmados por el país "que son muy exigentes".
Admitió que es "una realidad compleja", pero que para el organismo "no está bien que los menores de 15 años trabajen" y los mayores de esa edad pueden hacerlo si no afecta su salud, estudios, recreación y actividades deportivas.
Ferrando informó que el INAU jerarquizará el tema del trabajo infantil en este gobierno y se fortalecerá el área especializada de esa institución, puesto que es uno de los objetivos del milenio de Naciones Unidas "hay un compromiso de la erradicación del trabajo infantil en el año 2015". Destacó que el INAU tiene un programa de becas y pasantías con el objetivo que los adolescentes no dejen sus estudios y que es importante que se combine la tarea de control con la de generar alternativas que beneficien al menor y su entorno familiar.
El Departamento de Inspección Nacional del Trabajo Infantil y Adolescente del INAU, es el que emite los certificados que habilitan a los menores de 18 años a trabajar, para lo que se exige conocer las características del empleo, la aprobación de los padres, carnet de salud y constancia de estudio.
Graciela Pardo, directora de ese departamento, es contraria a flexibilizar la normativa vigente y el listado de trabajos peligrosos y prohibidos para adolescentes entre 15 y 18 años. Recordó que los convenios internacionales aprobados exigen que paulatinamente se vaya aumentando la edad de admisión al empleo, que Uruguay en 1976 la fijó en 15 años, por lo que consideró que es tiempo de subirla al menos a 16 años.
Sobre el trabajo infantil, el sociólogo José Fernández comenta: "aunque parece que el individuo está emancipado porque trabaja y tiene dinero, sigue siendo un niño sin posibilidad de sobrevivir solo", se "está sustituyendo la socialización en la escuela por una falsa socialización laboral", y que no les servirá cuando sean trabajadores formales.
Lo legal y lo "en negro"
Hay unos 35.000 niños entre 5 y 17 años que trabajan, según la última Encuesta Nacional de Hogares Ampliada que ya tiene varios años.
Se aguarda que en este año el INE aporte cifras más exactas.
El departamento de Inspección Laboral del INAU tiene unos 2.200 menores trabajando con permiso registrado. Pero el INAU reconoce que la mayoría de los menores que trabajan lo hacen "en negro". Existe un listado de los trabajos peligrosos y prohibidos para adolescentes entre 16 y 18 años, que incluye el manejo de tractores y tareas con caballos (ambas causas de varias muertes), además del trabajo en altura, en la construcción, el manejo de solventes y el cuidado de enfermos, ancianos o niños.
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